Nuevas muertes y 2.800 herederos entre miembros de Hezbolá, por la explosión simultánea de sus investigaciones en el Líbano | Internacional

Nuevas muertes y 2.800 herederos entre miembros de Hezbolá, por la explosión simultánea de sus investigaciones en el Líbano | Internacional

Nuevas personas perdieron la vida y otras 2.800, entre ellas un número indeterminado de miembros de Hezbolá, quedaron indefensas en la explotación simultánea de estos autobuses que utilizaban los famosos servicios secretos para comunicarse, en una operación aparentemente inédita del Mosad fuera de Israel. En la primera reacción jamás comunicada a Israel, la milicia de Hezbolá lo consideró «totalmente» responsable y prometió un «castigo justo en las formas que él espera y que no espera». El ataque coordinado desembocó en uno de los puntos más peligrosos de la guerra de desgasificación que dura casi un año y que ya estaba cobrando fuerza en las últimas semanas. Se trata también de una de las principales brechas de seguridad de Hezbolá desde su nacimiento en años lejanos, precisamente durante la ocupación del sur del Líbano, la que utilizó Israel hasta el año 2000.

Desde primera hora de la tarde, las redes sociales y grupos de mensajería comenzaron a subir imágenes que captaban la explosión, o personas atrapadas por ella en diferentes puntos del Líbano, entre ellos en feudos de Hezbol como Dahiye, en las afueras de Beirut, o el sur. del país. Las explosiones comienzan sobre las 16.00 horas locales (15.00 horas en la península española) y se prolongan después de una hora. Si se desconoce cómo se produce.

El Ministerio de Sanidad ha hecho público un balance de al menos 2.800 nuevas muertes, de las cuales 200 son muy graves. Dos de los fallecidos eran miembros de Hezbolá y otra, una niña de 10 años, apuntaba a la milicia. Algunos hospitales han colapsado por el traslado de tantos heridos en tan poco tiempo. Uno de ellos, aunque de pie, es el embajador iraní en el país, Mojtaba Amani, según la agencia Mehr. También parte integrante de Hezbolá en Siria (14, según el Osservatorio Sirio de Derechos Humanos). El líder, Hassan Nasral, no tuvo ningún efecto, según el grupo. Por otra parte, el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, ordenó el envío de equipos médicos iraquíes para ofrecer ayuda urgente y tratar rápidamente a los afectados.

La milicia, que acusó a Israel sólo horas después del ataque, realizó una «investigación exhaustiva, tanto a nivel de seguridad como técnico» por parte de sus «servicios especializados». En plena resolución del conflicto que continúa y que no ha dejado de bajar de temperatura, todo apunta a una operación del Mosad, que suele utilizarse para acciones -asesinatos, guardias penitenciarios, sabotajes, envenenamientos…- que son no sólo eficaz, sino también eficaz, cuyo objetivo es el daño, sino también la desmoralización, exhibiendo los medios técnicos y la capacidad de penetrar las defensas y comunicaciones del enemigo.

El portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Matthew Miller, dijo que su ignorante país provocó las explosiones. “Estamos recopilando información sobre el accidente. Estados Unidos no ha sido envuelto ni publicitado previamente”, aseguró Miller en un comunicado. «No tengo ningún valor que ofrezca otro sentimiento» sobre quién es el responsable, añadió.

Un ataque sin precedentes conocidos

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La explosión casi simultánea de cientos de artefactos tiene un precedente conocido y es, como mínimo, la mayor violación de seguridad sufrida por el grupo en la guerra de desgasificación que continúa con Israel desde el 8 de octubre de 2023. Fue un modelo moderno. de las investigaciones obtenidas de Hezbol en los últimos meses han solicitado fuentes de seguridad a la agencia Reuters.

El Ministerio de Asuntos Exteriores del Líbano calificó las explosiones simultáneas como una «escalada peligrosa y deliberada por parte de Israel», justo antes de los intentos de «expandir la guerra» en el país «a gran escala». Este lunes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció la inclusión de un objetivo bélico ―el regreso “con seguridad” a sus hogares de las décadas de miles de desplazados de la frontera con Líbano— y señaló que “la implementación seguirá por implementar este objetivo.» Si se suman las tres declaraciones del inicio de la guerra y que se limitan a Gaza: “Destruir a Hamás, regresar a todas nuestras tierras, garantizar que Gaza no sea consciente de una amenaza para Israel”.

el Primer Ministro Netanyahu; El jefe de Defensa, Yoav Gallant, y otros representantes de los distintos cuerpos de seguridad fueron trasladados a Kiria, la base militar en Tel Aviv donde tomó las decisiones más relevantes en tiempos de guerra y se concentró en predecir una situación exitosa, como la prometida respuesta de Hezbolá. Horas antes de las explosiones, las autoridades anunciaron que habían frustrado un intento de proteger al grupo contra un puesto de control de alta seguridad no especificado.

Según el diario Israel HayomEl máximo jefe del Mando del Norte del ejército israelí, Uri Gordin, aseguró en una reciente reunión a puerta cerrada que el ejército se encontraba en un momento estratégico para permitirle invadir el territorio del Líbano y crear una «zona tampón de seguridad», con una Doble objetivo: alejarse de la frontera hacia las fuerzas de élite de Hezbolá para que los 60.000 israelíes evacuados del norte del país puedan regresar a sus puestos y negociar un apoyo permanente desde una posición de fuerza. Netanyahu también informó a los jóvenes de un análisis de información de inteligencia: “Estamos ante una guerra ampliada en un nivel u otro de intensidad”.

Topaz Luk, uno de los ayudantes más buscados de Netanyahu, sugirió la sábana del Mosad en un tuit, justo antes de beberla. Fue una respuesta a otra publicación, de una revista. HaaretzJaim Levinson, explicando que el primer ministro israelí no tomaría decisiones sobre el conflicto fronterizo entre Israel y el Líbano, para no interrumpir un viaje a Nueva York con su novia, Sarah. “Bien, no ha estado muy feliz”, respondió Luk.