Las deportistas francesas no podrán llevar tocados religiosos durante las competiciones deportivas de los próximos Juegos Olímpicos de París (que comienzan el próximo 26 de julio y terminan el 11 de agosto) ni en los Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre). Las mujeres musulmanas no tendrán permiso para llevar el hiyab, el velo que les cubre el pelo y parte del pecho.
«[La prohibición] It means that any form of proselytism is prohibited and the absolute neutrality of the public service is required. And that the representatives of our delegations, in our French teams, will not wear the scarf», explained the French Minister of Sport, Amélie Oudea-Castera. He says the Olympic team is an institution that represents and is funded by the French public, and therefore must be governed by the concept of secularism. In 2004, France passed a controversial law in this regard that banned the wearing in schools of “obvious” symbols of belonging to a religion, be they the Muslim hijab, the Jewish kippah or the Sikh turban.
La decisión de prohibir el velo musulmán en los Juegos Olímpicos ha sido criticada desde organizaciones de derechos humanos. Según el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, viola leyes internacionales que Francia ha suscrito, en particular sobre libertad de expresión y religiosa. “Nadie debe imponer a una mujer lo que debe o no debe llevar”, dijo el pasado septiembre Marta Hurtado, portavoz esa oficina de la ONU. “Las prácticas discriminatorias contra un grupo pueden tener consecuencias nefastas”.
Desincentiva el deporte de mujeres y niñas musulmanas
[–>
La organización de Derechos Humanos Amnistía Internacional ha publicado este jueves un informe sobre la prohibición en el que concluyen que Francia está cometiendo una “discriminación racista de género” con la medida, que daña a las mujeres y niñas musulmanas. Muchas abandonan el deporte amateur o de ligas inferiores. Se sienten humilladas, y no han sido consultadas sobre una regulación que les afecta directamente.
“Es una medida discriminatoria, porque afecta a un colectivo muy específico: a las mujeres musulmanas que llevan el velo. Viola un sinfín de derechos, en particular a la libertad religiosa y de expresión, y a la participación en el deporte y a la salud”, argumenta en conversación con este EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Mónica Costa, responsable de campañas de género en Europa de Amnistía Internacional. “Las mujeres musulmanas en Francia, y en general en Europa, están ya muy estigmatizadas. El tema del velo está muy instrumentalizado, y la cuestión del hiyab en el deporte es un ejemplo más de la discriminación que sufren en el país. Además, tienen muy poca voz en un asunto que les afecta a ellas”.
Las repercusiones no se limitan al deporte olímpico de élite y el simbolismo que representa. Han entrevistado a mujeres y niñas deportistas francesas, de deporte amateur y juvenil. Pueden ir a entrenar, pero el problema llega cuando tienen que saltar al campo. Relatan casos de jóvenes a las que el árbitro les obliga a quitarse el hiyab o salir del terreno de juego. Hablan de trauma, humillación, miedo y vergüenza. Y expulsión del deporte, al obligarlas a elegir entre su religión y su cultura o el juego que aman.
“Mentalmente es muy duro porque te sientes totalmente excluida. Llegas al banquillo y el entrenador te dice que te vayas a las gradas, mientras todo el mundo te mira. Es un paseo de la vergüenza”, explica Hélène Bâ, a quien no se ha permitido competir en baloncesto desde octubre del año pasado.
Disonancia con las federaciones internacionales
[–>
Amnistía ha puesto el foco en su análisis en tres deportes: fútbol, baloncesto y voleibol. Las tres federaciones francesas de estos deportes han ido prohibiendo gradualmente el velo. Sin embargo, sí está permitido por las federaciones internacionales de esos mismos deportes, FIFA, FIBA y FIVB. En ellas se admite el uso del hiyab deportivo homologado. Francia es el único de los 38 países europeos que lo prohíbe.
La organización, junto a otras como Human Rights Watch, el Comité de Protección de Periodistas o Transparencia Internacional, envió una carta conjunta al Comité Olímpico Internacional en la que pedían que interviniera para que Francia levantara esa “discriminación”. El Comité se negó, alegando que era parte de la regulación nacional francesa.
“Tanto las autoridades francesas como el COI se jactan de que serán los primeros JJOO con paridad de género”, opina Mónica Costa. “Pero es hipócrita porque saben que en estas olimpiadas se está excluyendo de facto a un grupo de mujeres, en contra de los valores olímpicos de no discriminación y de respeto de los derechos humanos”.
Defensa de los derechos de la mujer
[–>
En Francia, el debate sobre el uso del hiyab en la esfera pública ha cumplido ya dos décadas. Con la ley de 2004 se empezó evitando cualquier manifestación de religiosidad en los centros educativos. Luego se extendió a otros ámbitos públicos. Querían mantener la “laicidad” del Estado, uno de los pilares de la República.
Ahora, la polémica revive, pero con proyección internacional. En el póster oficial de los Juegos Olímpicos se ven los principales monumentos de París formando el contorno de un estadio. Pero se omitió el crucifijo dorado del Hôtel des Invalides.
[–>
Pero el grueso del debate sobre los símbolos religiosos reside en el velo femenino. En Francia viven cerca de siete millones de musulmanes, muchos descendientes de los franceses de las colonias en países como Argelia, Túnez o Senegal. Las deportistas de esos países, ahora independientes, podrán llevar el velo. Las musulmanas de Francia, no.