Así lo afirma el presidente del COI, Thomas Bach, quien ganó los Juegos de París y certificó a Tom Cruise trayendo la bandera olímpica a Los Ángeles. Él bajó por un cable desde lo alto del Stade de France con 62 años y yo, con 10 años, fui a la gala con las tartas encima porque tenía muchas ganas de pasar el día leyendo en la playa. Mira como te explico mis porros de Tom y yo somos de la misma especie. No si lo han hecho todo, las federaciones rusas de gimnasia y Estados Unidos siguen luchando por una medalla de bronce resultante del malentendido y en la fiscalía de París se investiga una denuncia contra los cibercosadores del boxeador argentino Imane Khelif que Incluye a los siniestros Elon Musk y JK Rowling, el odio que hace extraños compañeros en la disputa. Los miles de tontos útiles que sirvieron de transmisión a sus bulos, sin embargo, serán destruidos. Las generaciones se preguntarán por qué tantos millones de personas, algunas de ellas sensatamente probadas, alimentan una plataforma que no es más que un simple rociador de ira, por lo que encontrarán la explicación que a mí me resulta inaprendible.
Así como han ultimado los memes, realmente estamos al borde del éxito, al menos si creemos al máximo que no hay mala publicidad, solo publicidad. Luchamos con los tiradores impasibles, el turco Yusuf Dikeç con la mano en el bolsillo y spojado del herramienta habitual de la disciplina ha sido el mejor homenaje al polar francés, y terminamos con pistola de rayosRachael Gunn, la bailarín de breakdance Australiano que llegó en último lugar, pero levantó el cariño de toda esta gente. No tiene nada de oro, es una parodia de la sombría Rachel Dratch. El show de Jimmy Fallon Sí, vuestra federación no lo sabe, pero a mí me parece igualmente importante. Se lo dije a Éric Moussambani, ese gran lago de Guinea Ecuatorial, que aprendió a nadar ocho meses antes de los Juegos Olímpicos de Sydney. Es difícil representar mejor el espíritu olímpico.
La historia completa de la B-Girl, como podéis comprobar en Max, es una muestra de entusiasmo, de confianza al mismo tiempo, de poder. Se burla del australiano, pero me dice que no envidia a alguien que no parece conocer la expresión “síndrome del impostor”. Me dice que puedo cambiarme como héroe en los juegos y que no tengo novios: quiero ser como Raygun.
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