Miles de presos comunes ucranianos buscan acogerse a una nueva ley aprobada en mayo que les permite salir de prisión antes de tiempo si firman un contrato con el Ejército para defender a su país en el frente. Además de una oportunidad de acelerar su liberación, la mayoría de los interesados ven en su participación en la guerra una forma de redimir errores pasados y volver a ganarse el respeto de la sociedad y de sus familias.
“En el frente soy más útil que en la cárcel”, dice a EFE Vitali Yatsenko, un joven de 23 años que en 2020 fue condenado a 7 años de cárcel por tráfico de drogas y ha pedido salir ya en libertad para unirse a las Fuerzas Armadas ucranianas. Yatsenko ha pasado todos los exámenes físicos y psicológicos correspondientes y espera una respuesta de la Justicia a su solicitud.
Si obtiene luz verde del tribunal, Yatsenko dejará la cárcel para recibir tres meses de instrucción y será desplegado en el frente del este para combatir, en una de las nuevas unidades integradas exclusivamente por antiguos presos, con la 5ª Brigada Separada de Asalto de Ucrania.